El método Feldenkrais se inspira en el aprendizaje natural de los bebés para liberarnos de tensiones, contracciones, dolor y ansiedad. Recuperar la conexión con nosotros mismos y una relación serena entre cuerpo y mente.
Con el Método afinamos el cuerpo para que pueda escuchar su hacer sin esfuerzo y sin tanta oposición interna. La lentitud nos permite descubrir el esfuerzo superfluo que nos cansa y provoca malestar, y eliminándolo se abre la posibilidad a una nueva manera de hacer.
Mejorar nuestra escucha interna, mejora e integra nuestras habilidades físicas y mentales mejorando nuestra cotidianeidad y nuestra interacción con el mundo. Dejar de estar en lucha permite desarrollarnos como lo que somos, seres creativos.
Beneficios de la práctica
La conciencia a través del movimiento, a la que nos invita el método, transforma nuestra relación con él, sus dolores, sus contracciones, su pérdida de liviandad, de espontaneidad, de libertad, y con ello, transforma nuestra relación con el alma que lo habita.
El trabajo con el cuerpo repercute en todo lo demás. Cambiar la manera de moverte para así cambiar tu manera de pensar. Es una técnica que sirve para abonar al cuerpo a que actúe y vaya en la dirección de sus sueños.
“Reconocerse a uno mismo me parece lo más importante que una persona puede hacer por sí misma. ¿Pero cómo puede uno reconocerse? Al aprender a hacer no como uno “debería”” sino como a uno le parece bien, de acuerdo a uno mismo”, afirma el creador del método, Moshe Feldenkrais. Para él, el fin de su método es mejorar la salud, el humor, el dolor y la ansiedad.
Nos infunde confianza y nos impulsa a la acción desde una serenidad nueva, dejando atrás miedos o juicios distorsionadores, metas en lugar de camino. Nos invita a volver a ese momento, a ese punto de partida en el que no había juicio, tan sólo exploración y escucha del propio cuerpo, asombro y descubrimiento. A aquel momento en el que el bebé descansa cuando lo necesita y vuelve a intentar el movimiento. “La salud es medida por la habilidad de caer y volver a levantarse” dice también Feldenkrais.
Desde la suavidad
Para el creador de este método, el aprendizaje tiene que ser lento, gradual y placentero. Y para ello, añado, se necesita paciencia. Paciencia también para no forzar, para no querer acelerar los procesos, para no compararnos, sino para ser camino y dejarnos ser en el camino y en el proceso. Desde esa calidad suave se puede “hacer lo imposible posible, lo posible fácil y lo fácil elegante“.
Reaprender a actuar
Gran parte de los problemas físicos o emocionales vienen del aprendizaje, de cómo hemos aprendido a actuar en el mundo y de aquello que quizás hemos tenido que forzar por no respetar el propio ritmo.
El no tener las herramientas adecuadas para interactuar con el medio al que nos hemos querido adaptar nos ha hecho hacerlo desde el esfuerzo y eso a la larga se convierte en dolor.
Se trata de reaprender a actuar, y de descubrir nuevas maneras de hacer que nos permitan acercar nuestros sueños, o vivir en lo que somos descubriendo nuestro propósito.
Dejar de estar en lucha y tratarnos como actúa un bebé con su cuerpo en su proceso de aprendizaje -dejándose probar, caer, descansar y levantarse- permite desarrollarnos desde el equilibrio y desde la paz que proporciona la presencia plena en el instante. Desde esa presencia, serena y relajada, reaprendemos con el método Feldenkrais.
Como dice su creador, Moshe Feldenkrais, su método ayuda al desarrollo personal:
- eliminar los motivos cruzados y alcanzar el motivo único, con lo que uno se siente más ligero y con menos pesos
- eliminar la conducta compulsiva y lograr la espontaneidad, las cosas se dan de una forma y sin resistencias
- abandonar las posturas rígidas y alcanzar un estado dinámico de acción reversible
- crecer para superar la fase de dependencia inmadura del desarrollo y madurar hasta alcanzar el estado de potencia: la reversabilidad. En la acción reversible somos capaces de elegir en cualquier instante y no nos sentimos atrapados, como en la compulsión. No estamos dominados por nuestras pasiones.